una obra para comprender...
será humanamente posible
intentar entender nuestro mundo,
nuestros mundos.
La búsqueda del niño interno,
nuestro secreto poco recordado,
ese héroe olvidado, desterrado,
el que nos pide a gritos,
¡socorro, no me dejes!
Protegerlo, alimentarlo,
es nuestro trabajo,
el recurso natural de cada uno.
Reprimilo, asustalo,
igual siempre estará,
listo para abrir la puerta,
ayudarte a recordar,
que alguna opción hay.
Podes sentarte y opinar,
también, podes bailar.
Si querés elegir la música,
o dejarte llevar,
pueden ser momentos
que tengas que atravesar.
Pero de esa carita,
dulce, angelical
aunque del susto la quieras matar,
nunca te podrás volver a olvidar.
El niño interno,
salió y te vio.
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